martes, 18 de julio de 2017

lunes, 17 de julio de 2017

domingo, 16 de julio de 2017

viernes, 14 de julio de 2017

Cuatrocientos noventa y cuatro

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 Convencido de su vergonzante falsedad,
 el hombre se torna poco a poco verdadero.
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miércoles, 12 de julio de 2017

Cuatrocientos noventa y dos

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Las palabras distorsionan, al referirlas, las mismas cosas que nombran: el corazón de los amigos, la vergonzosa luz perdida, la aritmética del sonido.
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martes, 11 de julio de 2017

Cuatrocientos noventa y uno

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Tal vez sea la soledad la única forma de vivir en paz, si no con uno mismo, al menos con los otros.
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Cuatrocientos noventa

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La necesidad es un mendigo cansado que no desperdicia nada.

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lunes, 10 de julio de 2017

Cuatrocientos ochenta y nueve

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Para ser elogiado un hombre -dejadme decirlo-, la conciencia tiene que poder ver las cosas desde unos cristales vacíos de aumento y, en general, verse a sí misma carente de toda pretensión.
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martes, 4 de julio de 2017

martes, 27 de junio de 2017

Salzburgo

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Paseando por Salzburgo, es posible ver a un tiempo, sin que a nadie se le caigan los anillos, a masas ingentes de jóvenes prisioneros de su hiperactividad gritando su alegría a quien se le ponga por delante; a japoneses y chinos avanzando como un solo ser por las callejas del casco antiguo, si bien a trompicones, y a nativos austríacos de pura cepa salir a hacer la compra o a resolver cualquier asunto vestidos de pies a cabeza con sus trajes regionales típicos. Un revoltijo en toda regla.
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sábado, 24 de junio de 2017

Cuatrocientos ochenta y cuatro

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Madurez tempranera. Dícese de la edad madura que no da muestras de tal. Correlato perfecto de puer senex.
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domingo, 18 de junio de 2017

Cuatrocientos ochenta y tres

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Hay quien renuncia a pelearse con el mundo porque prefiere la refriega de pelearse con todo el mundo. 
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viernes, 16 de junio de 2017

Cuatrocientos ochenta y uno

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 Misterios de la naturaleza:
el viento en las hojas suena como la mar erizada; 
un bálsamo para los sentidos. 
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Hermosa vida que pasó y parece
ya no pasar…
Desde este instante, ahondo
sueños en la memoria: se estremece
la eternidad del tiempo allá en el fondo.
Y de repente un remolino crece
que me arrastra sorbido hacia un trasfondo
de sima, donde va, precipitado,
para siempre sumiéndose el pasado.


Jaime Gil de Biedma, "Recuerda"